«No te preocupes amor» (poema)

Ya sé que no tengo tanta simpatía

como para cubrir tus expectativas,

que en este mundo superficial

solo merezco el mismo triste final

 

De los sentimientos que exiges

pero que a la vez desprecias

porque lo bello no está en lo cortés

sino en lo grosero como uno se comporta.

 

Entonces decidí adaptarme a los cambios

y vaciar de basura mi corazón

para que cuando me digas “te amo”

no sienta ni la más leve emoción.

 

Sé que los corazones están hechos de cristal

pero el mío también puede amoldarse a golpes como el metal,

por eso hoy te presento una nueva versión de mí

inmune a tus ganas de hacerme sufrir.

 

No te preocupes amor,

todavía puedo darte un abrazo

aunque tus espinas traspasen mi corazón,

aunque me des de beber veneno con una sonrisa y un “te amo”

 

No te preocupes amor

que un fantasma no muere dos veces,

no vuelve a sentir el placer del dolor

sino un sin sabor que crece y crece…

 

Sobre mis mejillas no ha vuelto a llover

copiosamente como los primeros días,

no sé si será porque estoy olvidando lo que es querer

o porque me doy cuenta que todo es mentira.

 

Pero he dejado de sonreír

como lo hacía siempre hasta que te conocí;

eras tan dulce como el néctar de las flores rojas

que hoy me parecen asquerosas.

 

Mis amigos ya no me reconocen,

dicen solo soy un cuerpo sin alma

como un juguete que usas para tu goce

en la privacidad de tu cama.

 

No sé por qué no te he dejado,

tal vez haya caído en el mismo dilema de un adicto

que aun con el pulmón hecho pedazos

encuentra la gloria en un cigarrillo.

 

He derretido mi corazón con el fuego de tu indiferencia

y lo he vuelto a amoldar según tus requerimientos,

una parte de mí aún lucha por ser la mejor de tus experiencias

aunque para ello deba incinerar todos mis sentimientos.

 

Nada asegura que no vuelva a caer,

siempre buscas la forma de lastimarme,

es el talento que nadie puede ver

solo yo porque insisto en amarte

 

No te preocupes amor,

ya pronto seré como tú quieres,

mi pecho pesa por la dureza del corazón,

te reto a probarlo con tus palabras hirientes.

 

No te preocupes amor

que un fantasma no muere dos veces,

no vuelve a sentir el placer del dolor

sino un sin sabor que nunca perece.

 

AUTOR: Ariel Dom Trus

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